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Un mundo por descubrir...., ó esa mirada curiosa e inquieta que nos anima a conocer cosas nuevas.
Aprender algo nuevo, que desconocemos, y el proceso de aprendizaje, es una de las herramientas del bienestar, en todas las etapas de la vida.
Los clásicos del diseño, son aquellas piezas que en su momento resultaron especialmente innovadoras y que el paso del tiempo las ha convertido en valores imperecederos, atemporales, por encima de modas y tendencias.
Se convierten en iconos, en referente y nunca fallan; su conocimiento, es objeto de aprendizaje en todas las escuelas de diseño. La silla Thonet, con su innovadora madera curvada, y la posibilidad de producir en serie, por piezas, con posterior montaje, el mobiliario de tubo de acero, ó aquel ideado para colectividades, estudiando especialmente la ergonomia, como el fabricado con la flexible madera de haya finlandesa, y diseñado por Alvar Aalto. La butaca Paimio....; todo un conjunto de objetos que es importante conocer, aprender, para así poder apreciar la importancia de un buen diseño.
Cantar, bailar, un idioma, una nueva disciplina, incluso algo para lo que en principio nos sentíamos torpes, sin habilidad, pero que nos atrae hacer....; aprender puede librarnos de esa carencia ó prejuicio.
En mi caso por ejemplo, siempre me ha dado un poco de pudor mi voz aflautada, popularmente " de pito", grabar un podcast, no estaba en el plan.
Aprender nos enriquece no sólo por lo aprendido, sino porque durante el proceso, desarrollamos capacidades como la constancia, la paciencia, la visión experimental ( la prueba y el error) y la satisfacción.
Septiembre es sinónimo de primeras veces, así que si estáis en ese proceso de adquirir nuevos conocimientos y os sentís un poco torpes, especialmente al principio, mucho ánimo y motivación, pues se trata de una de las buenas herramientas del bienestar; no sólo por lo aprendido sino por todo lo que aprendemos aprendiendo; y si resbalamos ó nos caemos en el intento, no hay que preocuparse demasiado, pues si Cary Grant resultó impecable desparramándose por los suelos con la enorme torpeza de cargarse un brontosaurio del Museo de Historia Natural en La Fiera de mi Niña, con el final feliz de quedarse con la chica.
por qué no íbamos a conseguirlo nosotros.
Así son los clásicos.
Felices primeras veces.
DAPHINE table lamp, design by Tommaso Cimini, 1971, Musée des Arts décoratifs, Paris.
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